Soy el más pequeño de mis tres hermanos y tengo Leucemia y aunque la enfermedad es dura nunca quiero perder mi entusiasmo y mi alegría. Quiero ver siempre el lado positivo de todo.
Quise pintar el hospital porque ahora es como mi segunda casa, porque paso la mayor parte del tiempo aquí cuando vengo a mis quimioterapias y consultas.
El espacio más bonito del hospital es la “Ludoteca de Mark” aquí he encontrado amigos y gente muy linda, es un lugar donde me siento bien, me divierto mucho jugando, pintando, aprendiendo, así se me olvida que tengo que pasar a quimio y el tiempo se me pasa más rápido.
Esa es una de las cosas más positivas de mi vida.